Es un habitante característico de los
bosques maduros de Europa, Asia templada y América
del Norte. En este vasto territorio aparece bajo
cierto número de subespecies, que se diferencian unas de otras por la
coloración y el tamaño, hasta tal punto que antiguamente se les consideraba
como especies autónomas.
A lo largo de los últimos siglos, el oso pardo ha
sufrido en Europa una notable reducción en su número de ejemplares.
En la primera mitad del presente siglo
desaparecen los osos de
la mitad oriental de Asturias, lo cual, junto a la realización en lugares
ocupados por este animal de nuevas rutas de comunicación, da lugar a una
división de las zonas oseras de la región.
El número de ejemplares ha disminuido
de forma alarmante y el peligro de
extinción del Oso Pardo es muy grande. Si esto ocurre podemos
perder parte de nuestra historia, ya que de su relación con el hombre, la
figura del Oso se ha enraizado profundamente en nuestra cultura.